Tanques de lavado / Atlixco, Puebla
Cerca de la carretera principal o la avenida que atraviesa la pequeña ciudad de Atlixco, se encuentran unas grandes piletas de agua. Tanques de agua tratada donde llegan decenas de camiones de carga al día, con verduras recién cosechadas de los campos de cultivo cercanos, para ser lavadas, o mejor dicho enjuagadas. Se echan en montones al agua y ahí ya están esperando mujeres y hombres, con el agua hasta la cintura, para quitar el exceso de tierra de cebollas, rábanos, betabel y otras frutas y legumbres.
La tarea es pesada porque hay que estar dentro del agua durante varias horas y bajo los rayos del sol. En cuanto terminan con una carga, ya está otro camión lleno de producto para ser vaciado para un nuevo ciclo de lavado. Lo que llamó mi atención es la convivencia que se genera ahí entre ellos, donde platican, negocian, y a veces cantan. También es particular las coreografías de movimientos que se generan mientras están lavando o subiendo el producto ya lavado al camión.